La cigala posee una carne muy delicada, suave y sabrosa. Como el resto de crustáceos, después de hervirla se vuelve rosada o roja. Se puede cocinar y presentar de varias maneras: como aperitivo después de hervirlo, con arroz, frita o a la parrilla, con cáscara o pelada.

Risotto con crema de cigalas

Normalmente se cocina entera, enjuagándola primero en agua corriente. Para asar es necesario abrir la langosta longitudinalmente y quitar el hilo negro. Las cigalas ( nephrops norvegicus ), además de sabrosas, aseguran valores nutricionales gracias a sus proteínas, minerales y carbohidratos. La cigala no contiene gluten, y aporta un valor calórico de alrededor de 200 Kcal por cada 100 gramos.

Receta para triunfar con cualquier tipo de comensal, (¡niños incluidos!). No te preocupes, la receta del risotto con crema de cigalas es más fácil de lo que parece, y demora aproximadamente 90 min de tiempo entre la preparación y la cocción.

Ingredientes para 8 personas:

  • 400 gramos de arroz (variedad carnaroli o arborio).
  • 800 gramos de cigalas.
  • 50 ml de salsa de tomate.
  • 100 ml de crema.
  • 1 zanahoria.
  • 1 cebolla.
  • 1 diente de ajo.
  • 1 tallo de apio.
  • Una taza de café de vino blanco.
  • Coñac, aceite, sal y perejil al gusto.

Preparación del arroz con crema de cigalas

Tras lavar y limpiar las cigalas, quítales la cabeza las garras y el caparazón. Estos restos los colocas en olla con litro y medio de agua junto con la zanahoria, la cebolla, un tallo de apio y una copa de vino blanco. Sazona a tu gusto y cocina 45 min con caldo de pescado.

En una sartén, aña de aceite de oliva virgen extra y un diente de ajo. Enciende el fogón y dora el ajo antes de agregar las cigalas limpias y peladas y, después de un minuto, también el coñac. Deja que se evapore el licor, y que las cigalas se cocinen durante unos diez minutos.

Mientras tanto, puedes poner en una olla un poco de aceite junto con la cebolla picada. Que se dore la cebolla, y después agrega el arroz girando. Mezcla con una cuchara de madera, añade el vino blanco y un cucharón del caldo ya filtrado. Sigue removiendo: el arroz siempre debe estar cubierto por el caldo durante la cocción para evitar que se seque.

Ahora podemos mezclar las cigalas con el arroz y el caldo. Una vez listo, decora el planto con un par de cigalas con el caparazón, especialmente preservado, y las ramas de perejil fresco.